Vestuario - NARIÑO
El traje típico de uso diario de la mujer nariñense es falda negra y blusa blanca y sombrero de paño; los hombres usan pantalón ancho de colores oscuros, camisa blanca, ruana, zapatos negros y sombrero de paño. Dependiendo de la región y sobre todo del clima, los trajes pueden cambiar. En la costa pacífica el traje de la mujer es generalmente un vestido fresco y blanco, pañoleta en la cabeza, o falda y blusa de manga corta; el hombre utiliza pantalón y camisa blancos y no usan calzado.
Aunque algunos indígenas han
adoptado el traje del campesino nariñense, se deben destacar en la zona andina
sus mantas a rayas, vistosas faldas, abultados collares y su corte de pelo. En
algunos los penachos de plumas y los bastones de mando resaltan su jerarquía. El
traje festivo típico de la mujer en Nariño es la conocida Ñapanga: blusa bordada
con recamados de algodón rojo o azul, falda de bayeta o bolsicón, enagua, moño
con lazo de cinta, candongas grandes, pañolón o chal con vistosos flecos que
anudan alrededor de los hombros, alpargatas con capellada en hilo de colores y
sombrero de paño. El hombre usa pantalón negro, camisa blanca, sombrero de paño,
ruana de lana tejida y alpargatas con capellada en hilo blanco.
La Ñapanga ha constituido uno de los
personajes más interesantes, no sólo por su tipicidad sino por su rol social y
cultural. Como término aparece Ñapanga, en deformación del original Llapanga,
voz quechua que significa “descalza”, nominativo aplicado a la “mujer del
pueblo”. Otra aclaración etnológica, que vale la pena destacar, es aquélla que
hace referencia al marco geográfico del personaje en cuestión, que abarca desde
Quito hasta Pasto y Popayán. Originalmente, las bolsiconas de Quito se dedicaban
a labores como el bordado y la modistería. Su ocupación ordinaria es la atención
de la tienda o pulpería, pieza con rejilla tradicional donde se ofrecían artículos de primera
necesidad.
La pieza tradicional de la ñapanga pastusa ha sido el follado o
“bolsicón” de bayetilla castellana en colores fuertes: azul claro, rojo vivo y
morado episcopal. Sobre la cadera derecha se abre un largo bolsillo
vertical.Acerca de la función socio-cultural desempeñada por las ñapangas en la
historia del sur, es válido reconocer en primer lugar el nivel de organización
femenina a través de formas asociativas o de gremio. En 1865 se celebraban en
Pasto festejos populares con motivo de la independencia nacional; el Cabildo
asignaba a grupos e instituciones el cargo de los costos de cada día de fiesta.
Una de las fechas les correspondió atender a las “señoritas ñapangas”, según
reza en un volante anónimo de la época. En 1926, en desarrollo del festival
estudiantil, surge el “Gremio de Ñapangas” como iniciadoras de las
celebraciones. De neta extracción popular, las ñapangas, organizadas en gremios,
constituían el alma y nervio del Carnaval Andino de Negros y blancos en San Juan
de Pasto, hasta bien entrados los años cincuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario